En Latinoamérica, en los últimos años, las campañas contra el género se han multiplicado. Es evidente una agenda internacional que transforma la política de la región. Los movimientos Con mis hijos no te metas (¿No debían decir eso a los curas pedófilos?), los Provida y Profamilia (tradicional) llevan a cabo una campaña transnacional antigénero y antiderechos. Se unen a nivel intercontinental para luchar contra el “diablo del arcoíris”, que más allá de atentar contra sus valores y principios, amenazan su agenda económica. En el artículo La doble vía entre lo local y lo transnacional: el activismo evangélico conservador en Ecuador y sus vínculos con la agenda internacional “antigénero”, podemos encontrar cómo los grupos evangélicos declararan una “guerra espiritual” contra el matrimonio igualitario y llevaron a sus ponentes hasta la OEA. Todo esto por convocatorias desde Whatsapp (ellos no te dejarían en doble visto como lo hace tu mamá).
Clic acá para leer el artículo escrito por Joseph Salazar.